Ética, según el diccionario, es la parte de la filosofía que trata sobre la moral y las obligaciones de los seres humanos en relación a sus congéneres.
La Ética tiene que ver con los deberes y valores que nos hacen convivir en sociedad.
Por lo general los valores se adquieren en los primeros años de vida a través de la familia: el respeto, la responsabilidad, la disciplina, la perseverancia, la solidaridad, la justicia, la honradez, la tolerancia, etc.; se aprenden de la madre, del padre, de los abuelos, en el seno del hogar, de la familia, que como se sabe es el núcleo de la sociedad y por el cual debemos esforzarnos en virtud de preservar la razón de la vida.
Pero cuando esa axiología embrionaria no existe o se ha debilitado, viene la descomposición estructural que da paso a las conductas desviadas, la falta de ética y la corrupción que casi siempre aparecen acompañadas por la comisión de delitos.
No obstante podría pensarse que la falta de ética o sea el irrespeto a los valores, es privativo de los estratos más bajos del tejido social, pero no, y por lo mismo, el Estado salvadoreño se ha visto obligado a crear la Ley de Ética Gubernamental y su respectivo Tribunal, para asegurar el estricto y oportuno cumplimiento de la ley, previniendo, detectando y sancionando la corrupción de los servidores públicos.
La experiencia nos ha demostrado en los últimos tiempos la suprema necesidad de esta Ley de Ética, ya que como reza el dicho popular, en arca abierta hasta el justo peca, y la tentación llega, seduce y corrompe, sobre todo cuando se trata de fondos públicos o las famosas “patas de cheje” o “mordidas”, que han sido la perdición o compostura de tantos funcionarios y empleados públicos, quienes no han guardado la debida temperancia cuando de caudales ajenos se trata.
En el Capítulo X de la Ley de Ética Gubernamental, los Artículos 38 y 39, obligan a las instituciones públicas de El Salvador, a dedicar una jornada anual de al menos cuatro horas de duración, para asegurar que los servidores públicos sin excepción, conozcan los contenidos de esta ley.
Recientemente, el primero de noviembre de 2007, el Tribunal de Ética Gubernamental estuvo celebrando su primer aniversario de funcionamiento, tiempo durante el cual su Presidenta, licenciada Lizeth Kuri de Mendoza, ha demostrado grandes virtudes como funcionaria de moralidad, instrucción y competencias notorias, al frente de esta nueva institución que va creciendo y haciéndose tan necesaria para un mejor control de los asuntos públicos ¡enhorabuena!.
*Procuradora General Adjunta
Fuente
http://www.diariocolatino.com/
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